Josemaría Escrivá Obras
842

¡Qué pena dan los que afirman —por su personal experiencia triste— que no se puede ser casto, viviendo y trabajando en medio del mundo!

—Con ese ilógico razonamiento, no deberían molestarse si otros ofenden la memoria de sus padres, de sus hermanos, de su mujer, de su marido.

Anterior Ver capítulo Siguiente