Lista de puntos

Hay 4 puntos en «Camino» cuya materia es Flaquezas → amor y misericordia divinos.

¡Mira qué entrañas de misericordia tiene la justicia de Dios! —Porque en los juicios humanos, se castiga al que confiesa su culpa: y, en el divino, se perdona.

¡Bendito sea el santo Sacramento de la Penitencia!

No temas a la Justicia de Dios. —Tan admirable y tan amable es en Dios la Justicia como la Misericordia: las dos son pruebas del Amor.

Estás lleno de miserias. —Cada día las ves más claras. —Pero no te asusten. —Él sabe bien que no puedes dar más fruto.

Tus caídas involuntarias —caídas de niño— hacen que tu Padre-Dios tenga más cuidado y que tu Madre María no te suelte de su mano amorosa: aprovéchate, y, al cogerte el Señor a diario del suelo, abrázale con todas tus fuerzas y pon tu cabeza miserable sobre su pecho abierto, para que acaben de enloquecerte los latidos de su Corazón amabilísimo.

Ese descorazonamiento que te producen tus faltas de generosidad, tus caídas, tus retrocesos —quizá sólo aparentes— te da la impresión muchas veces de que has roto algo de subido valor (tu santificación).

No te apures: lleva a la vida sobrenatural el modo discreto que para resolver conflicto semejante emplean los niños sencillos.

Han roto —por fragilidad, casi siempre— un objeto muy estimado por su padre. —Lo sienten, quizá lloran, pero van a consolar su pena con el dueño de la cosa inutilizada por su torpeza..., y el padre olvida el valor —aunque sea grande— del objeto destruido, y, lleno de ternura, no sólo perdona, sino que consuela y anima al chiquitín. —Aprende.