Lista de puntos
¡Has fracasado! —Nosotros no fracasamos nunca. —Pusiste del todo tu confianza en Dios. —No perdonaste, luego, ningún medio humano.
Convéncete de esta verdad: el éxito tuyo —ahora y en esto— era fracasar. —Da gracias al Señor y ¡a comenzar de nuevo!
¿Que has fracasado? —Tú —estás bien convencido— no puedes fracasar.
No has fracasado: has adquirido experiencia. —¡Adelante!
Aquello fue un fracaso, un desastre: porque perdiste nuestro espíritu. —Ya sabes que, con miras sobrenaturales, el final (¿victoria?, ¿derrota?, ¡bah!) sólo tiene un nombre: éxito.
No hagas mucho caso de lo que el mundo llama victorias o derrotas. —¡Sale tantas veces derrotado el vencedor!
¿Estás sufriendo una gran tribulación? —¿Tienes contradicciones? Di, muy despacio, como paladeándola, esta oración recia y viril:
«Hágase, cúmplase, sea alabada y eternamente ensalzada la justísima y amabilísima Voluntad de Dios, sobre todas las cosas. —Amén. —Amén.»
Yo te aseguro que alcanzarás la paz.
Cruz, trabajos, tribulaciones: los tendrás mientras vivas. —Por ese camino fue Cristo, y no es el discípulo más que el Maestro.
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/book-subject/camino/164/ (08/05/2024)