Lista de puntos
No tengas miedo a la verdad, aunque la verdad te acarree la muerte.
¿Contemporizar? —Es palabra que sólo se encuentra —¡hay que contemporizar!— en el léxico de los que no tienen gana de lucha —comodones, cucos o cobardes—, porque de antemano se saben vencidos.
Antes, como los conocimientos humanos —la ciencia— eran muy limitados, parecía muy posible que un solo individuo sabio pudiera hacer la defensa y apología de nuestra Santa Fe.
Hoy, con la extensión y la intensidad de la ciencia moderna, es preciso que los apologistas se dividan el trabajo para defender en todos los terrenos científicamente a la Iglesia.
—Tú... no te puedes desentender de esta obligación.
La transigencia es señal cierta de no tener la verdad. —Cuando un hombre transige en cosas de ideal, de honra o de Fe, ese hombre es un... hombre sin ideal, sin honra y sin Fe.
Aquel hombre de Dios, curtido en la lucha, argumentaba así: ¿Que no transijo? ¡Claro!: porque estoy persuadido de la verdad de mi ideal. En cambio, usted es muy transigente...: ¿le parece que dos y dos sean tres y medio? —¿No?..., ¿ni por amistad cede en tan poca cosa?
—¡Es que, por primera vez, se ha persuadido de tener la verdad... y se ha pasado a mi partido!
La santa intransigencia no es intemperancia.
Sé intransigente en la doctrina y en la conducta. —Pero sé blando en la forma. —Maza de acero poderosa, envuelta en funda acolchada.
Sé intransigente, pero no seas cerril.
La intransigencia no es intransigencia a secas: es «la santa intransigencia».
No olvidemos que también hay una «santa coacción».
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/book-subject/camino/2327/ (01/05/2024)