Lista de puntos

Hay 12 puntos en «Camino» cuya materia es Unidad.

No te importe si dicen que tienes espíritu de cuerpo. ¿Qué quieren? ¿Un instrumento delicuescente, que se haga pedazos a la hora de empuñarlo?

¡Poder de la caridad! —Vuestra mutua flaqueza es también apoyo que os sostiene derechos en el cumplimiento del deber si vivís vuestra fraternidad bendita: como mutuamente se sostienen, apoyándose, los naipes.

¿Sabes que aquella persona está en peligro para su alma? —Desde lejos, con tu vida de unión, puedes serle ayuda eficaz. —¡Hala, pues!, y no te intranquilices.

¿Ves? Un hilo y otro y muchos, bien trenzados, forman esa maroma capaz de alzar pesos enormes.

—Tú y tus hermanos, unidas vuestras voluntades para cumplir la de Dios, seréis capaces de superar todos los obstáculos.

Comunión, unión, comunicación, confidencia: Palabra, Pan, Amor.

Tendrás más facilidad para cumplir tu deber al pensar en la ayuda que te prestan tus hermanos y en la que dejas de prestarles, si no eres fiel.

Jerarquía. —Cada pieza en su lugar. —¿Qué quedaría de un cuadro de Velázquez si cada color se fuera por su sitio, cada hilo de la tela se soltase, cada trozo de madera del bastidor se separase de los otros?

No me seas... tonto: es verdad que haces el papel —a lo más— de un pequeño tornillo en esa gran empresa de Cristo.

Pero, ¿sabes lo que supone que el tornillo no apriete bastante o salte de su sitio?: se aflojarán piezas de más tamaño o caerán melladas las ruedas.

Se habrá entorpecido el trabajo. —Quizá se inutilizará toda la maquinaria.

¡Qué grande cosa es ser un pequeño tornillo!

¡Qué afán hay en el mundo por salirse de su sitio! —¿Qué pasaría si cada hueso, cada músculo del cuerpo humano quisiera ocupar puesto distinto del que le pertenece?

No es otra la razón del malestar del mundo. —Persevera en tu lugar, hijo mío: desde ahí ¡cuánto podrás trabajar por el reinado efectivo de Nuestro Señor!

El esfuerzo de cada uno de vosotros, aislado, resulta ineficaz. —Si os une la caridad de Cristo, os maravillará la eficacia.

No olvides que la unidad es síntoma de vida: desunirse es putrefacción, señal cierta de ser un cadáver.

Te pasmaba que aprobara la falta de «uniformidad» en ese apostolado donde tú trabajas. Y te dije:

Unidad y variedad. —Habéis de ser tan varios, como variados son los santos del cielo, que cada uno tiene sus notas personales especialísimas. —Y, también, tan conformes unos con otros como los santos, que no serían santos si cada uno de ellos no se hubiera identificado con Cristo.