Lista de puntos

Hay 8 puntos en «Camino» cuya materia es Conversión → rectificar.

Reacciona. —Oye lo que te dice el Espíritu Santo: «Si inimicus meus maledixisset mihi, sustinuissem utique» —si mi enemigo me ofende, no es extraño, y es más tolerable. Pero, tú... «tu vero homo unanimis, dux meus, et notus meus, qui simul mecum dulces capiebas cibos» —¡tú, mi amigo, mi apóstol, que te asientas a mi mesa y comes conmigo dulces manjares!

¡Ahora! Vuelve a tu vida noble ahora. —No te dejes engañar: «ahora» no es demasiado pronto... ni demasiado tarde.

Estás como un saco de arena. —No haces nada de tu parte. Y así no es extraño que comiences a sentir los síntomas de la tibieza. —Reacciona.

Rectificar. —Cada día un poco. —Esta es tu labor constante si de veras quieres hacerte santo.

Me duele ver el peligro de tibieza en que te encuentras cuando no te veo ir seriamente a la perfección dentro de tu estado.

—Di conmigo: ¡no quiero tibieza!: «confige timore tuo carnes meas!» —¡dame, Dios mío, un temor filial, que me haga reaccionar!

Tu misma inexperiencia te lleva a esa presunción, a esa vanidad, a eso que tú crees que te da aire de importancia.

—Corrígete, por favor. Necio y todo, puedes llegar a ocupar cargos de dirección (más de un caso se ha visto), y, si no te persuades de tu falta de dotes, te negarás a escuchar a quienes tengan don de consejo. Y causa miedo pensar el daño que hará tu desgobierno.

Un querer sin querer es el tuyo, mientras no quites decididamente la ocasión. —No te quieras engañar diciéndome que eres débil. Eres... cobarde, que no es lo mismo.

Te apartaste del camino, y no volvías porque te daba vergüenza. —Es más lógico que te diera vergüenza no rectificar.

Referencias a la Sagrada Escritura
Referencias a la Sagrada Escritura