Lista de puntos

Hay 2 puntos en «Cartas II» cuya materia es Obra de San Rafael.

La labor apostólica, que por años venimos realizando –de mil modos distintos– con la juventud, ha abierto un surco fecundo, dando frutos abundantes en servicio de la Iglesia y en bien de las almas. Porque, como os he recordado con frecuencia, hijas e hijos queridísimos, nuestra obra de San Rafael es un remanso de trabajo generoso y de paz, aun en medio de todos los apasionamientos nacionales e internacionales.

Pero el Señor nos urge, es mucho lo que hay por hacer. La tarea –que hemos de llevar a cabo con la labor de San Rafael– es muy amplia, ya que es inmenso el campo de este apostolado con la gente joven, que admite formas de trabajo que nunca se agotarán, puesto que es también mucho el empeño que ponen algunos en corromper a los que comienzan a dar, por su cuenta, los primeros pasos de la vida.

Nuestra obra de San Rafael se ha de dirigir a jóvenes selectos de toda condición social, estudiantes o no, sin distinción de ningún tipo. No os maraville que diga selectos, aunque nos interesan igualmente todas las almas. Precisamente por eso, para llegar a todos, hay que formar a los selectos. Cada día –en la Santa Misa– los encomiendo, al recitar con las manos extendidas, sobre la oblata: et in electorum tuorum iubeas grege numerari!1; dígnate acogernos, Señor, en el grupo de tus escogidos, de los selectos.

Sin formar asociación, los chicos vienen a participar de las actividades que se desarrollan en y desde nuestras casas, y así tenemos posibilidad de darles una buena preparación sobrenatural y humana, acercándolos al Opus Dei, facilitándoles los medios para desarrollar su carácter, enseñándoles a pelear y a vencer en la lucha ascética.

A través de este apostolado, proporcionamos a un gran número de personas el espíritu básico de la Obra: para formar su personalidad, para enseñarles a administrar su libertad, para darles doctrina católica con el testimonio de nuestra vida y con la palabra, y para hacerles adquirir la cristiana preocupación de servir con naturalidad –por Amor de Dios– a las almas.

Notas

Sobre la diferencia entre selección y elitismo, ver glosario (N. del E.).

1

Missale Romanum, Plegaria eucarística I.