Lista de puntos
Te daré un consejo, que no me cansaré de repetir a las almas: que ames con locura a la Madre de Dios, que es Madre nuestra.
Señora, Madre de Dios y Madre mía, ni por asomo quiero que dejes de ser la Dueña y Emperatriz de todo lo creado.
Hay que amar a la Santísima Virgen: ¡nunca la amaremos bastante!
—¡Quiérela mucho! —Que no te baste colocar imágenes suyas, y saludarlas, y decir jaculatorias, sino que sepas ofrecer —en tu vida llena de reciedumbre— algún pequeño sacrificio cada día, para manifestarle tu amor, y el que queremos que le profese la humanidad entera.
Ponte muy cerca de tu Madre la Virgen. —Tú debes estar siempre unido a Dios: busca la unión con El, junto a su Madre bendita.
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/book-subject/forja/1990/ (02/05/2024)