Lista de puntos
Nunca tengas miedo a decir la verdad, sin olvidar que algunas veces es mejor callar, por caridad con el prójimo. Pero no te calles jamás por desidia, por comodidad o por cobardía.
El mundo vive de la mentira; y hace veinte siglos que vino la Verdad a los hombres.
—¡Hay que decir la verdad!, y a eso hemos de ir los hijos de Dios. Cuando los hombres se acostumbren a proclamarla y a oírla, habrá más comprensión en esta tierra nuestra.
Los católicos —al defender y mantener la verdad, sin transigencias— hemos de esforzarnos en crear un clima de caridad, de convivencia, que ahogue todos los odios y rencores.
Los que tenemos la verdad de Cristo en el corazón hemos de meter esta verdad en el corazón, en la cabeza y en la vida de los demás. Lo contrario sería comodidad, táctica falsa.
Piénsalo de nuevo: a ti, ¿te pidió permiso Cristo para meterse en tu alma? —Te dejó la libertad de seguirle, pero te buscó El, porque quiso.
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/book-subject/forja/2333/ (11/05/2024)