Lista de puntos

Hay 4 puntos en «Forja» cuya materia es Vida interior  → no es cuestión de sentimientos.

Tienes certeza de que fue Dios quien te hizo ver, claramente, que debes volver a las pequeñeces más pueriles de tu antigua vida interior; y perseverar por meses, y hasta por años, en esas menudencias heroicas (la sensibilidad, dormida tantas veces para el bien, no cuenta), con tu voluntad quizá fría, pero decidida a cumplirlas por Amor.

Hay momentos en que —privado de aquella unión con el Señor, que te daba continua oración, aun durmiendo— parece que forcejeas con la Voluntad de Dios.

—Es flaqueza, bien lo sabes: ama la Cruz; la falta de tantas cosas que todo el mundo juzga necesarias; los obstáculos para emprender o… seguir el camino; tu pequeñez misma y tu miseria espiritual.

—Ofrece —con querer eficaz— lo tuyo y lo de los tuyos: humanamente visto, no es poco; con luces sobrenaturales, es nada.

En ocasiones, alguno me ha dicho: Padre, si yo me encuentro cansado y frío; si, cuando rezo o cumplo otra norma de piedad, me parece que estoy haciendo una comedia…

A ese amigo, y a ti —si te encuentras en la misma situación—, os contesto: ¿una comedia? —¡Gran cosa, hijo mío! ¡Haz la comedia! ¡El Señor es tu espectador!: el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo; la Trinidad Beatísima nos estará contemplando, en aquellos momentos en los que "hacemos la comedia".

—Actuar así delante de Dios, por amor, por agradarle, cuando se vive a contrapelo, ¡qué bonito! ¡Ser juglar de Dios! ¡Qué estupenda es esa recitación llevada a cabo por Amor, con sacrificio, sin ninguna satisfacción personal, por dar gusto a nuestro Señor!

—Esto sí que es vivir de Amor.

Te has asustado un poco al ver tanta luz…, tanta que se te antoja difícil mirar, y aun ver.

—Cierra los ojos a tu evidente miseria; abre la mirada de tu alma a la fe, a la esperanza, al amor, y sigue adelante, dejándote guiar por El, a través de quien dirige tu alma.