Lista de puntos

Hay 4 puntos en «Forja» cuya materia es Vida ordinaria  → camino de santidad.

Nuestra vida —la de los cristianos— ha de ser así de vulgar: procurar hacer bien, todos los días, las mismas cosas que tenemos obligación de vivir; realizar en el mundo nuestra misión divina, cumpliendo el pequeño deber de cada instante.

—Mejor: esforzándonos por cumplirlo, porque a veces no lo conseguiremos y, al venir la noche, en el examen, tendremos que decir al Señor: no te ofrezco virtudes; hoy sólo puedo ofrecerte defectos, pero —con tu gracia— llegaré a llamarme vencedor.

¿Por qué no pruebas a convertir en servicio de Dios tu vida entera: el trabajo y el descanso, el llanto y la sonrisa?

—Puedes…, ¡y debes!

El oro bueno y los diamantes están en las entrañas de la tierra, no en la palma de la mano.

Tu labor de santidad —propia y con los demás— depende de ese fervor, de esa alegría, de ese trabajo tuyo, oscuro y cotidiano, normal y corriente.

En nuestra conducta ordinaria, necesitamos una virtud muy superior a la del legendario rey Midas: él convertía en oro todo cuanto tocaba.

—Nosotros hemos de convertir —por el amor— el trabajo humano de nuestra jornada habitual, en obra de Dios, con alcance eterno.