Lista de puntos

Hay 7 puntos en «Forja» cuya materia es Voluntad de Dios → lucha por cumplirla.

El Señor te ha hecho ver claro tu camino de cristiano en medio del mundo. Sin embargo, me aseguras que muchas veces has considerado, con envidia —me has dicho que en el fondo era comodidad—, la felicidad de ser un desconocido, trabajando, ignorado por todos, en el último rincón… ¡Dios y tú!

—Ahora, aparte de la idea de misionar en el Japón, viene a tu cabeza el pensamiento de esa vida oculta y sufrida… Pero si, al quedar libre de otras santas obligaciones naturales, trataras de "esconderte", sin ser ésa tu vocación, en una institución religiosa cualquiera, no serías feliz. —Te faltaría la paz; porque habrías hecho tu voluntad, no la de Dios.

—Tu "vocación", entonces, tendría otro nombre: defección, producto no de divina inspiración, sino de puro miedo humano a la lucha que se avecina. Y eso… ¡no!

¡Dios sea bendito!, te decías después de acabar tu Confesión sacramental. Y pensabas: es como si volviera a nacer.

Luego, proseguiste con serenidad: «Domine, quid me vis facere?» —Señor, ¿qué quieres que haga?

—Y tú mismo te diste la respuesta: con tu gracia, por encima de todo y de todos, cumpliré tu Santísima Voluntad: «serviam!» —¡te serviré sin condiciones!

El Señor está en la Cruz, diciendo: Yo padezco para que mis hermanos los hombres sean felices, no sólo en el Cielo, sino también —en lo posible— en la tierra, si acatan la Santísima Voluntad de mi Padre celestial.

Me comentabas, todavía indeciso: ¡cómo se notan esos tiempos en los que el Señor me pide más!

—Sólo se me ocurrió recordarte: me asegurabas que únicamente querías identificarte con El, ¿por qué te resistes?

Exígete sin miedo. En su vida escondida, muchas almas así lo hacen, para que sólo el Señor se luzca.

Quisiera que tú y yo reaccionásemos como aquella persona —que deseaba ser muy de Dios— en la fiesta de la Sagrada Familia, entonces celebrada en la infraoctava de Epifanía.

—"No me faltan crucecicas. Una de ayer —me costó, hasta llorar— me ha traído a la consideración, en el día de hoy, que mi Padre y Señor San José y mi Madre Santa María no han querido dejar a «su niño» sin regalo de Reyes. Y el regalo ha sido luz para conocer mi desagradecimiento con Jesús, por falta de correspondencia a la gracia, y el error enorme que supone en mí el oponerme, con mi conducta villana, a la Voluntad Santísima de Dios, que me quiere para instrumento suyo".

El amor a Dios nos invita a llevar a pulso la Cruz…, a sentir sobre nuestros hombros el peso de la humanidad entera, y a cumplir, en las circunstancias propias del estado y del trabajo de cada uno, los designios —claros y amorosos a la vez— de la Voluntad del Padre.

Igual te da estar aquí que en la China, me dices.

—Pues procura estar donde cumplas la Santa Voluntad de Dios.

Referencias a la Sagrada Escritura
Referencias a la Sagrada Escritura