Lista de puntos
Jesús, Señor y Modelo nuestro, creciendo y viviendo como uno de nosotros, nos revela que la existencia humana —la tuya—, las ocupaciones corrientes y ordinarias, tienen un sentido divino, de eternidad.
Como todas las profesiones honestas pueden y deben ser santificadas, ningún hijo de Dios tiene derecho a decir: no puedo hacer apostolado.
Con frecuencia, siento ganas de gritar al oído de tantas y de tantos que, en la oficina y en el comercio, en el periódico y en la tribuna, en la escuela, en el taller y en las minas y en el campo, amparados por la vida interior y por la Comunión de los Santos, han de ser portadores de Dios en todos los ambientes, según aquella enseñanza del Apóstol: "glorificad a Dios con vuestra vida y llevadle siempre con vosotros".
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/book-subject/forja/411/ (08/05/2024)