65

Comenzamos enseguida un nuevo año, hijas e hijos míos, y me gustaría haceros algunas consideraciones que os ayuden a recorrerlo con garbo. Os tengo que dar un poquito de mi experiencia, pero prefiero hacerlo con unas palabras de San Pablo.

Ya os han dicho y lo habéis leído, porque es cosa bien sabida, que yo no creo en muchas cosas. Creo en lo justo, y en eso con toda mi alma. Y entre las cosas que creo, creo en vuestra lealtad. No hago más que repetir lo que hacía considerar desde el principio a los chicos de San Rafael: a mí, si me decís algo uno de vosotros, aunque me afirmen lo contrario unánimemente cien notarios, no creo a los notarios: os creo a vosotros. Porque sé que tenéis fragilidades, como las tengo yo, pero que sois leales. Es lógico que con esta lealtad os hable siempre.

Materias
Este punto en otro idioma