Lista de puntos
«Si habueritis fidem, sicut granum sinapis!» —¡Si tuvierais fe tan grande como un granito de mostaza!...
—¡Qué promesas encierra esa exclamación del Maestro!
En las horas de lucha y contradicción, cuando quizá «los buenos» llenen de obstáculos tu camino, alza tu corazón de apóstol: oye a Jesús que habla del grano de mostaza y de la levadura. —Y dile: «edissere nobis parabolam»—explícame la parábola.
Y sentirás el gozo de contemplar la victoria futura: aves del cielo, en el cobijo de tu apostolado, ahora incipiente; y toda la masa fermentada.
¿No has oído de labios del Maestro la parábola de la vid y los sarmientos? —Consuélate: te exige, porque eres sarmiento que da fruto... Y te poda, «ut fructum plus afferas» —para que des más fruto.
¡Claro!: duele ese cortar, ese arrancar. Pero, luego, ¡qué lozanía en los frutos, qué madurez en las obras!
Procura vivir de tal manera que sepas, voluntariamente, privarte de la comodidad y bienestar que verías mal en los hábitos de otro hombre de Dios.
Mira que eres el grano de trigo del que habla el Evangelio. —Si no te entierras y mueres, no habrá fruto.
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/book-subject/camino/1205/ (06/05/2024)