Lista de puntos
¡Qué humildad, la de mi Madre Santa María! —No la veréis entre las palmas de Jerusalén, ni —fuera de las primicias de Caná— a la hora de los grandes milagros.
—Pero no huye del desprecio del Gólgota: allí está, «juxta crucem Jesu» —junto a la cruz de Jesús, su Madre.
Admira la reciedumbre de Santa María: al pie de la Cruz, con el mayor dolor humano —no hay dolor como su dolor—, llena de fortaleza.
—Y pídele de esa reciedumbre, para que sepas también estar junto a la Cruz.
Más recia la mujer que el hombre, y más fiel, a la hora del dolor. —¡María de Magdala y María Cleofás y Salomé!
Con un grupo de mujeres valientes, como esas, bien unidas a la Virgen Dolorosa, ¡qué labor de almas se haría en el mundo!
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/book-subject/camino/2051/ (09/05/2024)