Lista de puntos

Hay 4 puntos en «Forja» cuya materia es Rectitud de intención → en el apostolado.

Al emprender cada jornada para trabajar junto a Cristo, y atender a tantas almas que le buscan, convéncete de que no hay más que un camino: acudir al Señor.

—¡Solamente en la oración, y con la oración, aprendemos a servir a los demás!

Algunos hacen sólo lo que está en las manos de unas pobres criaturas, y pierden el tiempo. Se repite a la letra la experiencia de Pedro: «Præceptor, per totam noctem laborantes nihil cepimus!» —Maestro, hemos trabajado toda la noche, y no hemos pescado nada.

Si trabajan por su cuenta, sin unidad con la Iglesia, sin la Iglesia, ¿qué eficacia tendrá ese apostolado?: ¡ninguna!

—Han de persuadirse de que, ¡por su cuenta!, nada podrán. Tú has de ayudarles a continuar escuchando el relato evangélico: «in verbo autem tuo laxabo rete» —fiado en tu palabra, lanzaré la red. Entonces la pesca será abundante y eficaz.

—¡Qué bonito es rectificar, cuando se ha hecho, por cualquier motivo, un apostolado por cuenta propia!

A algunos pobrecitos les molesta el bien que haces, como si el bien dejara de serlo cuando no lo llevan a cabo o no lo controlan ellos…

—Que esa incomprensión no te sirva de excusa para aflojar en tu tarea. Esfuérzate en rendir con mayor empeño, ahora: cuando en la tierra te faltan aplausos, más grata llega tu tarea al Cielo.

En momentos de desorientación general, cuando clamas al Señor por ¡sus almas!, parece como si no te oyera, como si se hiciera sordo a tus llamadas. Incluso llegas a pensar que tu trabajo apostólico es vano.

—¡No te preocupes! Sigue trabajando con la misma alegría, con la misma vibración, con el mismo afán. —Déjame que insista: cuando se trabaja por Dios, ¡nada es infecundo!

Referencias a la Sagrada Escritura