Lista de puntos

Hay 6 puntos en «Forja» cuya materia es Tentaciones → remedios.

Repite en tu oración personal, cuando sientas la flaqueza de la carne: ¡Señor, Cruz para este pobre cuerpo mío, que se cansa y que se subleva!

Si el panorama de tu vida interior, de tu alma, está oscuro, déjate conducir de la mano, como hace el ciego.

—El Señor, con el tiempo, premia esta humillación de rendir la cabeza, dando claridad.

Reza seguro con el Salmista: "¡Señor, Tú eres mi refugio y mi fortaleza, confío en Ti!"

Te garantizo que El te preservará de las insidias del "demonio meridiano" —en las tentaciones y… ¡en las caídas!—, cuando la edad y las virtudes tendrían que ser maduras, cuando deberías saber de memoria que sólo El es la Fortaleza.

Cuando sientas el aguijón de la pobre carne, que a veces ataca con violencia, besa el Crucifijo, ¡bésalo muchas veces!, con eficacia de voluntad, aunque te parezca que lo haces sin amor.

Podemos decir, como San Agustín, que las pasiones malas nos tiran de la ropa, para abajo. Al mismo tiempo, notamos dentro del corazón deseos grandes, nobles, limpios, y hay una lucha.

—Si tú, con la gracia del Señor, pones los medios ascéticos: la búsqueda de la presencia de Dios, la mortificación —no te asustes: la penitencia—, irás adelante, tendrás paz, y alcanzarás la victoria.

Acude a la Dulce Señora María, Madre de Dios y Madre Nuestra, encomendándole la limpieza de alma y de cuerpo de todas las personas.

Dile que quieres invocarla —y que la invoquen siempre—, y siempre vencer, en las horas malas —o buenas, y muy buenas— de la lucha contra los enemigos de nuestra condición de hijos de Dios.

Referencias a la Sagrada Escritura