Lista de puntos

Hay 6 puntos en «Forja» cuya materia es Doctrina → catequesis.

Hay dos puntos capitales en la vida de los pueblos: las leyes sobre el matrimonio y las leyes sobre la enseñanza; y ahí, los hijos de Dios tienen que estar firmes, luchar bien y con nobleza, por amor a todas las criaturas.

Encomiendo de todo corazón, a diario, que el Señor nos conceda el don de lenguas. Un don de lenguas, que no consiste en el conocimiento de varios idiomas, sino en saber adaptarse a la capacidad de los oyentes.

—No se trata de "hablar en necio al vulgo, para que entienda"; sino de hablar en sabio, en cristiano, pero de modo asequible a todos.

—Este don de lenguas es el que pido al Señor y a su Madre bendita para sus hijos.

La malicia de algunos y la ignorancia de muchos: he ahí el enemigo de Dios, de la Iglesia.

—Confundamos al malvado, iluminemos la inteligencia del ignorante… Con la ayuda de Dios, y con nuestro esfuerzo, salvaremos al mundo.

Insisto: ruega al Señor que nos conceda a sus hijos el "don de lenguas", el de hacernos entender por todos.

La razón por la que deseo este "don de lenguas" la puedes deducir de las páginas del Evangelio, abundantes en parábolas, en ejemplos que materializan la doctrina e ilustran lo espiritual, sin envilecer ni degradar la palabra de Dios.

Para todos —doctos y menos doctos—, es más fácil considerar y entender el mensaje divino a través de esas imágenes humanas.

Los enemigos de Jesús —y algunos que se dicen sus amigos—, cubiertos con la armadura de la ciencia humana, empuñando la espada del poder, se ríen de los cristianos como el filisteo se reía de David, despreciándole.

También ahora caerá por tierra el Goliat del odio, de la falsía, de la prepotencia, del laicismo, del indiferentismo…; y entonces, herido el gigantón de esas falsas ideologías por las armas aparentemente débiles del espíritu cristiano —oración, expiación, acción—, le despojaremos de la armadura de sus erróneas doctrinas, para revestir a nuestros hermanos los hombres con la verdadera ciencia: la cultura y la práctica cristiana.

Un tanto por ciento muy considerable de las personas, que frecuentan los Sacramentos, lee la mala prensa…

Con calma y con amor de Dios, hemos de rogar y de dar doctrina, para que no lean esos papeluchos endiablados que, según dicen —porque se avergüenzan—, compran los de su familia, aunque quizá lo hagan ellos mismos.

Referencias a la Sagrada Escritura