Ciertamente tú puedes condenarte. Bien convencido estás, pues en tu corazón se encuentran gérmenes de todas las maldades.
Pero si te haces niño delante de Dios, esta circunstancia te llevará a unirte a tu Padre-Dios y a tu Madre Santa María. Y San José y tu Angel no te desampararán, al verte niño.
Ten fe, haz cuanto puedas, ¡penitencia y Amor!, y lo que falte lo pondrán Ellos.