Lista de puntos
Hombre: sé un poco menos ingenuo (aunque seas muy niño, y aun por serlo delante de Dios), y no me «pongas en berlina» a tus hermanos ante los extraños.
Ríete del ridículo. —Desprecia el qué dirán. Ve y siente a Dios en ti mismo y en lo que te rodea.
Así acabarás por conseguir la santa desvergüenza que precisas, ¡oh paradoja!, para vivir con delicadeza de caballero cristiano.
«Saludad a todos los santos. Todos los santos os saludan. A todos los santos que viven en Éfeso. A todos los santos en Cristo Jesús, que están en Filipos» —¿Verdad que es conmovedor ese apelativo —¡santos!— que empleaban los primeros fieles cristianos para denominarse entre sí?
—Aprende a tratar a tus hermanos.
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/book-subject/camino/1343/ (04/05/2024)