Lista de puntos
¡Dios y audacia! —La audacia no es imprudencia. —La audacia no es osadía.
No hagas caso. —Siempre los «prudentes» han llamado locuras a las obras de Dios.
—¡Adelante, audacia!
¿Qué importa que tengas en contra al mundo entero con todos sus poderes? Tú... ¡adelante!
—Repite las palabras del salmo: «El Señor es mi luz y mi salud, ¿a quién temeré?... ‘Si consistant adversum me castra, non timebit cor meum’ —Aunque me vea cercado de enemigos, no flaqueará mi corazón».
José de Arimatea y Nicodemus visitan a Jesús ocultamente a la hora normal y a la hora de triunfo.
Pero son valientes declarando ante la autoridad su amor a Cristo —«audacter»— con audacia, a la hora de la cobardía. —Aprende.
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/book-subject/camino/2082/ (05/05/2024)