Lista de puntos

Hay 12 puntos en «Camino» cuya materia es Apóstoles → San Pablo.

¡Si supieras lo que vales!... —Es San Pablo quien te lo dice: has sido comprado «pretio magno» —a gran precio.

Y luego te dice: «glorificate et portate Deum in corpore vestro» —glorifica a Dios y llévale en tu cuerpo.

«Infelix ego homo!, quis me liberabit de corpore mortis hujus?» —¡Pobre de mí!, ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? —Así clama San Pablo. —Anímate: él también luchaba.

«Induimini Dominum Jesum Christum» —revestíos de Nuestro Señor Jesucristo, decía San Pablo a los Romanos. —En el Sacramento de la Penitencia es donde tú y yo nos revestimos de Jesucristo y de sus merecimientos.

Dice el Señor: «Un mandato nuevo os doy: que os améis los unos a los otros. En esto conocerán que sois mis discípulos».

—Y San Pablo: «Llevad unos la carga de los otros, y así cumpliréis la ley de Cristo».

—Yo no te digo nada.

Pero... ¿y los medios? —Son los mismos de Pedro y de Pablo, de Domingo y Francisco, de Ignacio y Javier: el Crucifijo y el Evangelio...

—¿Acaso te parecen pequeños?

¡Ánimo! Tú... puedes. —¿Ves lo que hizo la gracia de Dios con aquel Pedro dormilón, negador y cobarde..., con aquel Pablo perseguidor, odiador y pertinaz?

«Ideo omnia sustineo propter electos» —todo lo sufro, por los escogidos, «ut et ipsi salutem consequantur» —para que ellos obtengan la salvación, «quae est in Christo Jesu» —que está en Cristo Jesús.

—¡Buen modo de vivir la Comunión de los Santos!

—Pide al Señor que te dé ese espíritu de San Pablo.

Te lo dice San Pablo, alma de apóstol: «Justus ex fide vivit». —El justo vive de la fe.

—¿Qué haces que dejas que se apague ese fuego?

Enciende tu fe. —No es Cristo una figura que pasó. No es un recuerdo que se pierde en la historia.

¡Vive!: «Jesus Christus heri et hodie: ipse et in saecula!» —dice San Pablo— ¡Jesucristo ayer y hoy y siempre!

¡Qué lástima que quien hace cabeza no te dé ejemplo!... —Pero, ¿acaso le obedeces por sus condiciones personales?... ¿O el ‘obedite praepositis vestris’ —«obedeced a vuestros superiores», de San Pablo, lo traduces, para tu comodidad, con una interpolación tuya que venga a decir..., siempre que el superior tenga virtudes a mi gusto?

Anímate. —¿No sabes que dice San Pablo, a los de Corinto, que «cada uno recibirá su propio salario, a medida de su trabajo»?

Lo que a ti te maravilla a mí me parece razonable. —¿Que te ha ido a buscar Dios en el ejercicio de tu profesión?

Así buscó a los primeros: a Pedro, a Andrés, a Juan y a Santiago, junto a las redes: a Mateo, sentado en el banco de los recaudadores...

Y, ¡asómbrate!, a Pablo, en su afán de acabar con la semilla de los cristianos.

Referencias a la Sagrada Escritura
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