Lista de puntos

Hay 12 puntos en «Surco» cuya materia es Obediencia → características.

Obedecer dócilmente. —Pero con inteligencia, con amor y sentido de responsabilidad, que nada tienen que ver con juzgar a quien gobierna.

En el apostolado, obedece sin fijarte en las condiciones humanas del que manda, ni en cómo manda. Lo contrario no es virtud.

Cruces hay muchas: de brillantes, de perlas, de esmeraldas, de esmaltes, de marfil…; también de madera, como la de Nuestro Señor. Todas merecen igual veneración, porque la Cruz nos habla del sacrificio del Dios hecho Hombre. —Lleva esta consideración a tu obediencia, sin olvidar que El se abrazó amorosamente, ¡sin dudarlo!, al Madero, y allí nos obtuvo la Redención.

Sólo después de haber obedecido, que es señal de rectitud de intención, haz la corrección fraterna, con las condiciones requeridas, y reforzarás la unidad por medio del cumplimiento de ese deber.

Se obedece con los labios, con el corazón y con la mente. —Se obedece no a un hombre, sino a Dios.

No amas la obediencia, si no amas de veras el mandato, si no amas de veras lo que te han mandado.

Muchos apuros se remedian enseguida. Otros, no inmediatamente. Pero todos se arreglarán, si somos fieles: si obedecemos, si cumplimos lo que está dispuesto.

Obedece sin tantas cavilaciones inútiles… Mostrar tristeza o desgana ante el mandato es falta muy considerable. Pero sentirla nada más, no sólo no es culpa, sino que puede ser la ocasión de un vencimiento grande, de coronar un acto de virtud heroico.

No me lo invento yo. ¿Te acuerdas? Narra el Evangelio que un padre de familia hizo el mismo encargo a sus dos hijos… Y Jesús se goza en el que, a pesar de haber puesto dificultades, ¡cumple!; se goza, porque la disciplina es fruto del Amor.

La mayor parte de las desobediencias proviene de no saber “escuchar” el mandato, que en el fondo es falta de humildad o de interés en servir.

¿Quieres obedecer cabalmente?… Pues escucha bien, para comprender el alcance y el espíritu de lo que te indican; y, si algo no entiendes, pregunta.

De modo semejante a como la Iglesia, a través del cuidado de la liturgia, nos hace intuir la belleza de los misterios de la Religión, y nos lleva a amarlos mejor, así debemos vivir —sin teatro— cierta corrección, aparentemente mundana, de respeto profundo —aun externo— hacia el Director, que nos comunica por su boca la Voluntad de Dios.

“María guardaba todas estas cosas en su corazón…”

Cuando el amor limpio y sincero anda por medio, la disciplina no supone peso, aunque cueste, porque une al Amado.

No seas de esos que, cuando reciben una orden, enseguida piensan en cómo modificarla… —Se diría que tienen ¡demasiada “personalidad”!, y desunen o desbaratan.

Mientras descansa la Sagrada Familia, se aparece el Angel a José, para que huyan a Egipto. María y José toman al Niño y emprenden el camino sin demora. No se rebelan, no se excusan, no esperan a que termine la noche…: di a Nuestra Madre Santa María y a Nuestro Padre y Señor San José que deseamos amar prontamente toda la penitencia pasiva.

Referencias a la Sagrada Escritura
Referencias a la Sagrada Escritura