Lista de puntos

Hay 10 puntos en «Camino» cuya materia es Oración → oración de petición.

Habla Jesús: «Así os digo yo: pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá».

Haz oración. ¿En qué negocio humano te pueden dar más seguridades de éxito?

«Domine!» —¡Señor!— «si vis, potes me mundare» —si quieres, puedes curarme.

—¡Qué hermosa oración para que la digas muchas veces con la fe del leprosito cuando te acontezca lo que Dios y tú y yo sabemos! —No tardarás en sentir la respuesta del Maestro: «volo, mundare!» —quiero, ¡sé limpio!

Ten todavía más audacia y, cuando necesites algo, partiendo siempre del «Fiat», no pidas: di «Jesús, quiero esto o lo otro», porque así piden los niños.

Ayúdame a clamar: ¡Jesús, almas!... ¡Almas de apóstol!: son para ti, para tu gloria.

Verás como acaba por escucharnos.

¿Que en el hacimiento de gracias después de la Comunión lo primero que acude a tus labios, sin poderlo remediar, es la petición...: Jesús, dame esto: Jesús, esa alma: Jesús, aquella empresa?

No te preocupes ni te violentes: ¿no ves cómo, siendo el padre bueno y el hijo niño sencillo y audaz, el pequeñín mete las manos en el bolsillo de su padre, en busca de golosinas, antes de darle el beso de bienvenida? —Entonces...

Me escribes: «el deseo tan grande que todos tenemos de que ‘esto’ marche y se dilate parece que se va a convertir en impaciencia. ¿Cuándo salta, cuándo rompe..., cuándo veremos nuestro al mundo?»

Y añades: «el deseo no será inútil si lo desfogamos en ‘coaccionar’, en importunar al Señor: entonces tendremos un tiempo formidablemente ganado».

Pide siempre tu perseverancia y la de tus compañeros de apostolado, porque nuestro adversario, el demonio, de sobra conoce que sois sus grandes enemigos..., y una caída en vuestras filas ¡cuánto le satisface!

Orad los unos por los otros. —¿Que aquel flaquea?... —¿Que el otro?...

Seguid orando, sin perder la paz. —¿Que se van? ¿Que se pierden?... ¡El Señor os tiene contados desde la eternidad!

Tienes obligación de pedir y sacrificarte por la persona e intenciones de «quien hace Cabeza» en tu empresa de apostolado. —Si eres remiso en el cumplimiento de este deber, me haces pensar que te falta entusiasmo por tu camino.

Constancia, que nada desconcierte. —Te hace falta. Pídela al Señor y haz lo que puedas por obtenerla: porque es un gran medio para que no te separes del fecundo camino que has emprendido.

Referencias a la Sagrada Escritura
Referencias a la Sagrada Escritura