Lista de puntos

Hay 9 puntos en «Forja» cuya materia es Oración → oración de petición.

¡Dios mío, enséñame a amar! —¡Dios mío, enséñame a orar!

Debemos pedir a Dios la fe, la esperanza, la caridad, con humildad, con oración perseverante, con una conducta honrada y con costumbres limpias.

Pídele sin miedo, insiste. Acuérdate de la escena que nos relata el Evangelio sobre la multiplicación de los panes. —Mira con qué magnanimidad responde a los Apóstoles: ¿cuántos panes tenéis?, ¿cinco?… ¿Qué me pedís?… Y El da seis, cien, miles… ¿Por qué?

—Porque Cristo ve nuestras necesidades con una sabiduría divina, y con su omnipotencia puede y llega más lejos que nuestros deseos.

¡El Señor ve más allá de nuestra pobre lógica y es infinitamente generoso!

Dios Nuestro Señor, si perseveras en la oración con "perseverancia personal", te dará los medios que necesitas, para ser más eficaz y para extender su reinado en el mundo.

—Pero es necesario que permanezcas fiel: pide, pide, pide… ¿Piensas que te comportas así?

Te falta fe…, y te falta amor. Si no, acudirías inmediatamente y con más frecuencia a Jesús, pidiéndole por esto y por lo otro.

—No esperes más, invócale, y oirás que Cristo te habla: "¿qué quieres que te haga?", como atendió a aquel cieguecito que, desde la vera del camino, no se cansó de insistir.

Dile: Señor, nada quiero mas que lo que Tú quieras. Aun lo que en estos días vengo pidiéndote, si me aparta un milímetro de la Voluntad tuya, no me lo des.

Acostúmbrate a apedrear a esos pobres "odiadores", como respuesta a sus pedradas, con Avemarías.

Desgarra el corazón aquel clamor —¡siempre actual!— del Hijo de Dios, que se lamenta porque la mies es mucha y los obreros son pocos.

—Ese grito ha salido de la boca de Cristo, para que también lo oigas tú: ¿cómo le has respondido hasta ahora?, ¿rezas, al menos a diario, por esa intención?

La Iglesia necesita —y necesitará siempre— sacerdotes. Pídeselos a diario a la Trinidad Santísima, a través de Santa María.

—Y pide que sean alegres, operativos, eficaces; que estén bien preparados; y que se sacrifiquen gustosos por sus hermanos, sin sentirse víctimas.