Lista de puntos

Hay 9 puntos en «Camino» cuya materia es Penitencia → espíritu de penitencia.

Te acogota el dolor porque lo recibes con cobardía. —Recíbelo, valiente, con espíritu cristiano: y lo estimarás como un tesoro.

Si han sido testigos de tus debilidades y miserias, ¿qué importa que lo sean de tu penitencia?

¡Qué hermoso es perder la vida por la Vida!

¿Tienes miedo a la penitencia?... A la penitencia, que te ayudará a obtener la Vida eterna. —En cambio, por conservar esta pobre vida de ahora, ¿no ves cómo los hombres se someten a las mil torturas de una cruenta operación quirúrgica?

Si sientes la Comunión de los Santos —si la vives—, serás gustosamente hombre penitente. —Y entenderás que la penitencia es «gaudium, etsi laboriosum» —alegría, aunque trabajosa: y te sentirás «aliado» de todas las almas penitentes que han sido, son y serán.

«Ideo omnia sustineo propter electos» —todo lo sufro, por los escogidos, «ut et ipsi salutem consequantur» —para que ellos obtengan la salvación, «quae est in Christo Jesu» —que está en Cristo Jesús.

—¡Buen modo de vivir la Comunión de los Santos!

—Pide al Señor que te dé ese espíritu de San Pablo.

¿No has oído de labios del Maestro la parábola de la vid y los sarmientos? —Consuélate: te exige, porque eres sarmiento que da fruto... Y te poda, «ut fructum plus afferas» —para que des más fruto.

¡Claro!: duele ese cortar, ese arrancar. Pero, luego, ¡qué lozanía en los frutos, qué madurez en las obras!

Si queréis entregaros a Dios en el mundo, antes que sabios —ellas no hace falta que sean sabias: basta que sean discretas1— habéis de ser espirituales, muy unidos al Señor por la oración: habéis de llevar un manto invisible que cubra todos y cada uno de vuestros sentidos y potencias: orar, orar y orar; expiar, expiar y expiar.

Vamos: Después de tanto «¡Cruz, Señor, Cruz!», se ve que querías una cruz a tu gusto.

Referencias a la Sagrada Escritura
Referencias a la Sagrada Escritura
Notas
1

Cuando este libro fue escrito, en España las mujeres con estudios superiores eran la excepción, aunque el autor ya por entonces impulsaba a las que trataba a que, si se sentían atraídas por la vocación universitaria, la siguieran.