Lista de puntos

Hay 12 puntos en «Camino» cuya materia es Contradicciones → actitud ante las contradicciones.

No pierdas tus energías y tu tiempo, que son de Dios, apedreando los perros que te ladren en el camino. Desprécialos.

Rechaza esos escrúpulos que te quitan la paz. —No es de Dios lo que roba la paz del alma.

Cuando Dios te visite sentirás la verdad de aquellos saludos: la paz os doy..., la paz os dejo..., la paz sea con vosotros..., y esto, en medio de la tribulación.

Acostúmbrate a elevar tu corazón a Dios, en acción de gracias, muchas veces al día. —Porque te da esto y lo otro. —Porque te han despreciado. —Porque no tienes lo que necesitas o porque lo tienes.

Porque hizo tan hermosa a su Madre, que es también Madre tuya. —Porque creó el Sol y la Luna y aquel animal y aquella otra planta. —Porque hizo a aquel hombre elocuente y a ti te hizo premioso...

Dale gracias por todo, porque todo es bueno.

¡La guerra! —La guerra tiene una finalidad sobrenatural —me dices— desconocida para el mundo: la guerra ha sido para nosotros...

—La guerra es el obstáculo máximo del camino fácil. —Pero tendremos, al final, que amarla, como el religioso debe amar sus disciplinas.

Aquello fue un fracaso, un desastre: porque perdiste nuestro espíritu. —Ya sabes que, con miras sobrenaturales, el final (¿victoria?, ¿derrota?, ¡bah!) sólo tiene un nombre: éxito.

¿Qué importa que tengas en contra al mundo entero con todos sus poderes? Tú... ¡adelante!

—Repite las palabras del salmo: «El Señor es mi luz y mi salud, ¿a quién temeré?... ‘Si consistant adversum me castra, non timebit cor meum’ —Aunque me vea cercado de enemigos, no flaqueará mi corazón».

Conforme: aquella persona ha sido mala contigo. —Pero, ¿no has sido tú peor con Dios?

Jesús: por dondequiera que has pasado no quedó un corazón indiferente. —O se te ama o se te odia.

Cuando un varón-apóstol te sigue, cumpliendo su deber, ¿podrá extrañarme —¡si es otro Cristo!— que levante parecidos murmullos de aversión o de afecto?

Otra vez...: Que han dicho, que han escrito...: En favor, en contra...: Con buena, y con menos buena voluntad...: Reticencias y calumnias, panegíricos y exaltaciones...: sandeces y aciertos...

—¡Tonto, tontísimo!: ¿Qué te importa, cuando vas derecho a tu fin, cabeza y corazón borrachos de Dios, el clamor del viento o el cantar de la chicharra, o el mugido o el gruñido o el relincho?...

Además... es inevitable: no pretendas poner puertas al campo.

Se han desatado las lenguas y has sufrido desaires que te han herido más porque no los esperabas.

Tu reacción sobrenatural debe ser perdonar —y aun pedir perdón— y aprovechar la experiencia para despegarte de las criaturas.

Cuando venga el sufrimiento, el desprecio..., la Cruz, has de considerar: ¿qué es esto para lo que yo merezco?

¿Estás sufriendo una gran tribulación? —¿Tienes contradicciones? Di, muy despacio, como paladeándola, esta oración recia y viril:

«Hágase, cúmplase, sea alabada y eternamente ensalzada la justísima y amabilísima Voluntad de Dios, sobre todas las cosas. —Amén. —Amén.»

Yo te aseguro que alcanzarás la paz.

Referencias a la Sagrada Escritura
Referencias a la Sagrada Escritura
Referencias a la Sagrada Escritura