Lista de puntos

Hay 2 puntos en «Cartas I» cuya materia es Desaliento.

El obstáculo del fracaso

Otras veces os encontraréis con las manos vacías. Será el momento de volver a empezar, de oír como Simón Pedro el mandato de Cristo que se escucha de nuevo: guía mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Replicole Simón: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y no hemos pescado nada; no obstante, sobre tu palabra, echaré la red. Y, habiéndolo hecho, recogieron tan grande cantidad de peces, que la red se rompía. Por lo que hicieron señas a los compañeros de la otra barca, para que viniesen y les ayudasen. Vinieron, y llenaron de tal modo las dos barcas, que poco faltó para que se hundiesen. Viendo esto Simón Pedro, se arrojó a los pies de Jesús, diciendo: apártate de mí, Señor, que soy un hombre pecador65.

Recordando la miseria de que estamos hechos, teniendo presentes los fracasos que causó nuestra soberbia, ante la majestad de ese Dios −de Cristo pescador− hemos de decir lo mismo que Pedro: Señor, yo soy un pobre pecador. Y entonces −ahora a vosotros y a mí, como entonces al Apóstol− Jesucristo nos repite lo que también nos dijo cuando nos metió en su red, al llamarnos: ex hoc iam homines eris capiens66; desde ahora serás pescador de hombres: con mandato divino, con misión divina, con eficacia divina.

No se romperán tus pies de barro, porque conoces su inconsistencia y serás prudente, porque sabes bien que sólo Dios puede decir: ¿quién de vosotros me puede acusar de pecado?67.

Cuando llega la noche y hago el examen y echo las cuentas y saco la suma, la suma es: pauper servus et humilis!**** Digo muchas veces: cor contritum et humiliatum, Deus, non despicies!68. No lo digo con humildad de garabato. Si el Señor ve que nos consideramos sinceramente siervos pobres e inútiles, que tenemos el corazón contrito y humillado, no nos despreciará, nos unirá a Él, a la riqueza y al poder grande de su Corazón amabilísimo. Y tendremos el endiosamiento bueno: el endiosamiento de quien sabe que nada tiene de bueno, que no sea de Dios; que él, de sí mismo, nada es, nada puede, nada tiene.

Notas
65

Lc 5,4-8.

66

Lc 5,10.

Referencias a la Sagrada Escritura
Notas
67

Jn 8,46.

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Himno Sacris Solemnis (N. del E.).

68

Sal 51[50],19.

Referencias a la Sagrada Escritura