Lista de puntos

Hay 6 puntos en «Surco» cuya materia es Fraternidad → fraternidad, universal .

Cuando tu egoísmo te aparta del común afán por el bienestar sano y santo de los hombres, cuando te haces calculador y no te conmueves ante las miserias materiales o morales de tus prójimos, me obligas a echarte en cara algo muy fuerte, para que reacciones: si no sientes la bendita fraternidad con tus hermanos los hombres, y vives al margen de la gran familia cristiana, eres un pobre inclusero.

Escribió también el Apóstol que “no hay distinción de gentil y judío, de circunciso y no circunciso, de bárbaro y escita, de esclavo y libre, sino que Cristo es todo y está en todos”.

Estas palabras valen hoy como ayer: ante el Señor, no existen diferencias de nación, de raza, de clase, de estado… Cada uno de nosotros ha renacido en Cristo, para ser una nueva criatura, un hijo de Dios: ¡todos somos hermanos, y fraternalmente hemos de conducirnos!

No me asegures que vives cara a Dios, si no te esfuerzas en vivir —siempre y en todo— con sincera y clara fraternidad cara a los hombres, a cualquier hombre.

Los hombres —ha ocurrido siempre en la historia— coaligan sus vidas, para cumplir una misión y un destino colectivos.

—¿Valdrá menos, para los hombres y las mujeres de hoy, el “único destino” de la felicidad eterna?

Te ha entusiasmado ese espíritu de hermandad y compañerismo, que descubriste inesperadamente… —Claro: es algo que habías soñado con tanta fuerza, pero que nunca habías visto. No lo habías visto, porque los hombres olvidan que son hermanos de Cristo, de ese amable Hermano nuestro, que entregó su vida por los otros, por todos y por cada uno, sin condiciones.

Tomé nota de las palabras de aquel obrero, que comentaba entusiasmado después de participar en esa reunión, que promoviste: “nunca había oído hablar, como se hace aquí, de nobleza, de honradez, de amabilidad, de generosidad…” —Y concluía asombrado: “frente al materialismo de izquierdas o de derechas, ¡esto es la verdadera revolución!”

—Cualquier alma entiende la fraternidad que Jesucristo ha instaurado: ¡empeñémonos en no desvirtuar esa doctrina!

Referencias a la Sagrada Escritura