Lista de puntos

Hay 7 puntos en «Surco» cuya materia es Generosidad → en la lucha ascética .

Hay que pedirte más: porque puedes dar más, y debes dar más. Piénsalo.

“¡Es muy difícil!”, exclamas desalentado.

Oye, si luchas, con la gracia de Dios basta: prescindirás de los intereses personales, servirás a los demás por Dios, y ayudarás a la Iglesia en el campo donde se libra hoy la batalla: en la calle, en la fábrica, en el taller, en la universidad, en la oficina, en tu ambiente, en medio de los tuyos.

Me has escrito: “en el fondo, lo de siempre, mucha falta de generosidad. ¡Qué lástima y qué vergüenza, descubrir el camino y permitir que unas nubecillas de polvo —inevitables— enturbien el final!”

No te enfades si te digo que eres tú el único culpable: arremete valientemente contra ti mismo. Tienes medios más que suficientes.

Cuando tu egoísmo te aparta del común afán por el bienestar sano y santo de los hombres, cuando te haces calculador y no te conmueves ante las miserias materiales o morales de tus prójimos, me obligas a echarte en cara algo muy fuerte, para que reacciones: si no sientes la bendita fraternidad con tus hermanos los hombres, y vives al margen de la gran familia cristiana, eres un pobre inclusero.

¿La cima? Para un alma entregada, todo se convierte en cima que alcanzar: cada día descubre nuevas metas, porque ni sabe ni quiere poner límites al Amor de Dios.

Cuanto más generoso seas, por Dios, serás más feliz.

Con frecuencia viene la tentación de querer reservarse un poco de tiempo para uno mismo…

Aprende de una vez a poner remedio a tanta pequeñez, rectificando enseguida.