Lista de puntos

Hay 12 puntos en «Camino» cuya materia es Mortificación → naturaleza y necesidad.

Si no eres mortificado nunca serás alma de oración.

Ningún ideal se hace realidad sin sacrificio. —Niégate. —¡Es tan hermoso ser víctima!

Bebamos hasta la última gota del cáliz del dolor en la pobre vida presente. —¿Qué importa padecer diez años, veinte, cincuenta..., si luego es el cielo para siempre, para siempre..., para siempre?

—Y, sobre todo —mejor que la razón apuntada, «propter retributionem»—, ¿qué importa padecer si se padece por consolar, por dar gusto a Dios nuestro Señor, con espíritu de reparación, unido a Él en su Cruz, en una palabra: si se padece por Amor?...

El mundo admira solamente el sacrificio con espectáculo, porque ignora el valor del sacrificio escondido y silencioso.

Paradoja: para Vivir hay que morir.

Todo lo que no te lleve a Dios es un estorbo. Arráncalo y tíralo lejos.

Véncete cada día desde el primer momento, levantándote en punto, a hora fija, sin conceder ni un minuto a la pereza.

Si, con la ayuda de Dios, te vences, tendrás mucho adelantado para el resto de la jornada.

¡Desmoraliza tanto sentirse vencido en la primera escaramuza!

Siempre sales vencido. —Proponte, cada vez, la salvación de un alma determinada, o su santificación, o su vocación al apostolado... —Así estoy seguro de tu victoria.

Al cuerpo hay que darle un poco menos de lo justo. Si no, hace traición.

Si el grano de trigo no muere queda infecundo. —¿No quieres ser grano de trigo, morir por la mortificación, y dar espigas bien granadas? —¡Que Jesús bendiga tu trigal!

¡Cuántos que se dejarían enclavar en una cruz, ante la mirada atónita de millares de espectadores, no saben sufrir cristianamente los alfilerazos de cada día! —Piensa, entonces, qué es lo más heroico.

¡Qué poco vale la penitencia sin la continua mortificación!

Referencias a la Sagrada Escritura