Lista de puntos

Hay 7 puntos en «Camino» cuya materia es Vocación cristiana  → el cristiano, otro Cristo .

Tienes miedo de hacerte, para todos, frío y envarado. ¡Tanto quieres despegarte!

—Deja esa preocupación: si eres de Cristo —¡todo de Cristo!—, para todos tendrás —también de Cristo— fuego, luz y calor.

Decía un alma de oración: en las intenciones, sea Jesús nuestro fin; en los afectos, nuestro Amor; en la palabra, nuestro asunto; en las acciones, nuestro modelo.

«Induimini Dominum Jesum Christum» —revestíos de Nuestro Señor Jesucristo, decía San Pablo a los Romanos. —En el Sacramento de la Penitencia es donde tú y yo nos revestimos de Jesucristo y de sus merecimientos.

Al regalarte aquella Historia de Jesús, puse como dedicatoria: «Que busques a Cristo: Que encuentres a Cristo: Que ames a Cristo».

—Son tres etapas clarísimas. ¿Has intentado, por lo menos, vivir la primera?

«Sine me nihil potestis facere!» Luz nueva, mejor, resplandores nuevos, para mis ojos, de esa Luz Eterna, que es el Santo Evangelio.

—¿Pueden extrañarme «mis»... tonterías?

—Meta yo a Jesús en todas mis cosas. Y, entonces, no habrá tonterías en mi conducta: y, si he de hablar con propiedad, no diré más mis cosas, sino «nuestras cosas».

Jesús: por dondequiera que has pasado no quedó un corazón indiferente. —O se te ama o se te odia.

Cuando un varón-apóstol te sigue, cumpliendo su deber, ¿podrá extrañarme —¡si es otro Cristo!— que levante parecidos murmullos de aversión o de afecto?

No os preocupe si por vuestras obras «os conocen». —Es el buen olor de Cristo. —Además, trabajando siempre exclusivamente por Él, alegraos de que se cumplan aquellas palabras de la Escritura: «Que vean vuestras obras buenas y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos».

Referencias a la Sagrada Escritura
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