Lista de puntos

Hay 4 puntos en «Forja» cuya materia es Vocación cristiana  → el cristiano, otro Cristo .

Cuando se trabaja por Dios, hay que tener "complejo de superioridad", te he señalado.

Pero, me preguntabas, ¿esto no es una manifestación de soberbia? —¡No! Es una consecuencia de la humildad, de una humildad que me hace decir: Señor, Tú eres el que eres. Yo soy la negación. Tú tienes todas las perfecciones: el poder, la fortaleza, el amor, la gloria, la sabiduría, el imperio, la dignidad… Si yo me uno a Ti, como un hijo cuando se pone en los brazos fuertes de su padre o en el regazo maravilloso de su madre, sentiré el calor de tu divinidad, sentiré las luces de tu sabiduría, sentiré correr por mi sangre tu fortaleza.

—Hijo: ¿dónde está el Cristo que las almas buscan en ti?: ¿en tu soberbia?, ¿en tus deseos de imponerte a los otros?, ¿en esas pequeñeces de carácter en las que no te quieres vencer?, ¿en esa tozudez?… ¿Está ahí Cristo? —¡¡No!!

—De acuerdo: debes tener personalidad, pero la tuya ha de procurar identificarse con Cristo.

¡Poder de hacer milagros!: a cuántas almas muertas, y hasta podridas, resucitarás, si permites a Cristo que actúe en ti.

En aquellos tiempos, narran los Evangelios, pasaba el Señor, y ellos, los enfermos, le llamaban y le buscaban. También ahora pasa Cristo con tu vida cristiana y, si le secundas, cuántos le conocerán, le llamarán, le pedirán ayuda y se les abrirán los ojos a las luces maravillosas de la gracia.

Un varón católico —una mujer católica— no puede olvidar esta idea madre: imitar a Jesucristo, en todos los ambientes, sin rechazar a nadie.