Lista de puntos

Hay 2 puntos en «Cartas I» cuya materia es Lucha ascética .

Santificar la vida corriente

Vuestra vida y la mía tienen que ser así de vulgares: procuramos hacer bien −todos los días− las mismas cosas que tenemos obligación de vivir; realizamos en el mundo nuestra misión divina, cumpliendo el pequeño deber de cada instante. Mejor, esforzándonos por cumplirlo, porque a veces no lo conseguiremos y, al llegar la noche, en el examen tendremos que decir al Señor: no te ofrezco virtudes; hoy sólo puedo ofrecerte defectos, pero, con tu gracia, llegaré a poder llamarme vencedor.

Nuestra vida sobrenatural, nuestro endiosamiento, no nos debe llevar a la necedad de pensar que no tenemos errores: muchas veces sólo tendremos imperfecciones, contra las que luchamos con la gracia de Dios y con el empeño de nuestra voluntad. Esa lucha, esa perseverancia en la tarea sobrenatural de hacer divina la vida ordinaria, es lo que nos pide el Señor, por la llamada específica que de Él hemos recibido.

Rectificar cada día un poco

Constantes, alegres, rectificando cada día un poco, como hacen los barcos en alta mar, para llegar a puerto. Los santos han sido como nosotros: han tenido buena voluntad y la sinceridad de rectificar, en su vida interior, en su lucha: con victorias y con derrotas, que a veces son victorias; buscando el trato con Dios, que es esperanza, que es fe, que es Amor. Nuestro Dios está contento con esa lucha nuestra, que es señal cierta de que tenemos vida interior, deseo de cristiana perfección.

Recordad cuando Juan y Santiago se acercaron a Jesús y le dijeron: Maestro, quisiéramos que nos concedieses todo cuanto te pidamos. Díjoles Él: ¿qué deseáis que os conceda? Concédenos, respondieron, que en tu gloria nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda. Jesús les replicó: ¿podéis beber el cáliz que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con el que yo voy a ser bautizado? Respondieron ellos: possumus, podemos102. El camino de la Gloria pasa por las estrecheces de la muerte. ¿No sabéis que los que hemos sido bautizados en Jesucristo, lo hemos sido en virtud de su muerte? En el bautismo hemos quedado sepultados con Él, muriendo para el pecado, a fin de que así como Cristo resucitó de entre los muertos para gloria del Padre, así también procedamos nosotros según una vida nueva103.

Hijos míos, digamos con Juan y Santiago: possumus!****** Omnia possum in eo qui me confortat104; todo lo puedo en Aquel que me conforta. Llenaos de confianza, porque el que comenzó la obra, la perfeccionará105: podremos, si cooperamos, porque tenemos asegurada la fortaleza de Dios: quia tu es, Deus, fortitudo mea106.

Notas
102

Mc 10,35-39.

103

Rm 6,3-4.

******

Cfr. Mc 10,35-39; «possumus»: «podemos» (T. del E.).

104

Flp 4,13.

105

Flp 1,6.

106

Sal 43[42],2; «quia tu es, Deus, fortitudo mea»: «porque tú eres, oh Dios, mi fortaleza» (T. del E.).

Referencias a la Sagrada Escritura