Lista de puntos

Si eres buen hijo de Dios, del mismo modo que el pequeño necesita de la presencia de sus padres al levantarse y al acostarse, tu primer y tu último pensamiento de cada día serán para El.

No puedes comportarte como un niño revoltoso o como un loco.

—Has de ser persona recia, hijo de Dios; sereno en tu trabajo profesional y en tu vida de relación, con una presencia del Señor que te haga estar con perfección, hasta en los más pequeños detalles.