Lista de puntos

Hay 8 puntos en «Surco» cuya materia es Contradicciones → en el apostolado.

Vi rubor en el rostro de aquel hombre sencillo, y casi lágrimas en sus ojos: prestaba generosamente su colaboración en buenas obras, con el dinero honrado que él mismo ganaba, y supo que “los buenos” motejaban de bastardas sus acciones.

Con ingenuidad de neófito en estas peleas de Dios, musitaba: “¡ven que me sacrifico… y aún me sacrifican!”

—Le hablé despacio: besó mi Crucifijo, y su natural indignación se trocó en paz y gozo.

¿Se te escandalizan porque hablas de entrega a quienes nunca habían pensado en ese problema?… —Bien, ¿y qué?: si tú tienes vocación de apóstol de apóstoles.

A veces no quieren entender: están como cegados… Pero, otras, eres tú el que no ha logrado hacerse comprender: ¡corrígete!

Si frecuentas la escuela del Maestro, no te extrañará que también tengas que bregar contra la incomprensión de tantas y de tantas personas, que podrían ayudarte muchísimo, sólo con que hicieran el menor esfuerzo por ser comprensivos.

Así resumía la celotipia o la envidia un hombre recto: “muy mala voluntad deben de tener, para enturbiar un agua tan clara”.

Las críticas contra las obras de apostolado suelen ser de dos estilos: unos presentan la labor como una estructura complicadísima…; otros la tildan de faena cómoda y fácil.

En el fondo, esa “objetividad” se reduce a miras estrechas, con una buena dosis de charlatana gandulería. —Pregúntales sin enfado: ¿vosotros, qué hacéis?

Quienes te han hablado mal de ese amigo leal a Dios, son los mismos que murmurarán de ti, cuando te decidas a portarte mejor.

Vociferan los sectarios contra lo que llaman “nuestro fanatismo”, porque los siglos pasan y la Fe católica permanece inmutable.

En cambio, el fanatismo de los sectarios —porque no guarda relación con la verdad— cambia en cada tiempo de vestidura, alzando contra la Santa Iglesia el espantajo de meras palabras, vacías de contenido por sus hechos: “libertad”, que encadena; “progreso”, que devuelve a la selva; “ciencia”, que esconde ignorancia… Siempre un pabellón que encubre vieja mercancía averiada.

¡Ojalá se haga cada día más fuerte “tu fanatismo” por la Fe, única defensa de la única Verdad!