Lista de puntos

Hay 7 puntos en «Camino» cuya materia es Perseverancia → comenzar y recomenzar.

Estás como un saco de arena. —No haces nada de tu parte. Y así no es extraño que comiences a sentir los síntomas de la tibieza. —Reacciona.

Rectificar. —Cada día un poco. —Esta es tu labor constante si de veras quieres hacerte santo.

Precisamente tu vida interior debe ser eso: comenzar... y recomenzar.

Otra caída... y ¡qué caída!... ¿Desesperarte?... No: humillarte y acudir, por María, tu Madre, al Amor Misericordioso de Jesús. —Un «miserere» y ¡arriba ese corazón! —A comenzar de nuevo.

Constancia, que nada desconcierte. —Te hace falta. Pídela al Señor y haz lo que puedas por obtenerla: porque es un gran medio para que no te separes del fecundo camino que has emprendido.

No puedes «subir». —No es extraño: ¡aquella caída!...

Persevera y «subirás». —Recuerda lo que dice un autor espiritual: tu pobre alma es pájaro, que todavía lleva pegadas con barro sus alas.

Hacen falta soles de cielo y esfuerzos personales, pequeños y constantes, para arrancar esas inclinaciones, esas imaginaciones, ese decaimiento: ese barro pegadizo de tus alas.

Y te verás libre. —Si perseveras, «subirás».

Da gracias a Dios, que te ayudó, y gózate en tu victoria. —¡Qué alegría más honda, esa que siente tu alma, después de haber correspondido!