Lista de puntos

«Pida que nunca quiera detenerme en lo fácil». —Ya lo he pedido. Ahora falta que te empeñes en cumplir ese hermoso propósito.

La conversión es cosa de un instante. —La santificación es obra de toda la vida.

Deja que se vierta tu corazón en efusiones de Amor y de agradecimiento al considerar cómo la gracia de Dios te saca libre cada día de los lazos que te tiende el enemigo.

Si no le dejas, Él no te dejará.

Pide siempre tu perseverancia y la de tus compañeros de apostolado, porque nuestro adversario, el demonio, de sobra conoce que sois sus grandes enemigos..., y una caída en vuestras filas ¡cuánto le satisface!

Orad los unos por los otros. —¿Que aquel flaquea?... —¿Que el otro?...

Seguid orando, sin perder la paz. —¿Que se van? ¿Que se pierden?... ¡El Señor os tiene contados desde la eternidad!

Fomenta y preserva ese ideal nobilísimo que acaba de nacer en ti. —Mira que se abren muchas flores en la primavera, y son pocas las que cuajan en fruto.

¡Bendita perseverancia la del borrico de noria! —Siempre al mismo paso. Siempre las mismas vueltas. —Un día y otro: todos iguales.

Sin eso, no habría madurez en los frutos, ni lozanía en el huerto, ni tendría aromas el jardín.

Lleva este pensamiento a tu vida interior.