Lista de puntos

¡No hay más amor que el Amor!

El secreto para dar relieve a lo más humilde, aun a lo más humillante, es amar.

—Niño. —Enfermo. —Al escribir estas palabras, ¿no sentís la tentación de ponerlas con mayúscula?

Es que, para un alma enamorada, los niños y los enfermos son Él.

¡Qué poco es una vida para ofrecerla a Dios!...

Un amigo es un tesoro. —Pues... ¡un Amigo!..., que donde está tu tesoro allí está tu corazón.

Jesús es tu amigo. —El Amigo. —Con corazón de carne, como el tuyo. —Con ojos, de mirar amabilísimo, que lloraron por Lázaro...Y tanto como a Lázaro, te quiere a ti.

Dios mío, te amo, pero... ¡enséñame a amar!

Castigar por Amor: este es el secreto para elevar a un plano sobrenatural la pena impuesta a quienes la merezcan.

Por amor de Dios, a quien se ofende, sirva la pena de expiación: por amor al prójimo por Dios, sirva la pena, jamás de venganza, sino de medicina saludable.

¿Saber que me quieres tanto, Dios mío, y... no me he vuelto loco?

En Cristo tenemos todos los ideales: porque es Rey, es Amor, es Dios.

Señor: que tenga peso y medida en todo... menos en el Amor.

Si el Amor, aun el amor humano, da tantos consuelos aquí, ¿qué será el Amor en el cielo?