Lista de puntos

Jesús es tu amigo. —El Amigo. —Con corazón de carne, como el tuyo. —Con ojos, de mirar amabilísimo, que lloraron por Lázaro...Y tanto como a Lázaro, te quiere a ti.

En Cristo tenemos todos los ideales: porque es Rey, es Amor, es Dios.

Considera lo más hermoso y grande de la tierra..., lo que place al entendimiento y a las otras potencias..., y lo que es recreo de la carne y de los sentidos...

Y el mundo, y los otros mundos, que brillan en la noche: el Universo entero. —Y eso, junto con todas las locuras del corazón satisfechas..., nada vale, es nada y menos que nada, al lado de ¡este Dios mío! —¡tuyo!—, tesoro infinito, margarita preciosísima, humillado, hecho esclavo, anonadado con forma de siervo en el portal donde quiso nacer, en el taller de José, en la Pasión y en la muerte ignominiosa... y en la locura de Amor de la Sagrada Eucaristía.

¡Si un hombre hubiera muerto por librarme de la muerte!...

—Murió Dios. Y me quedo indiferente.

Cuando te acercas al Sagrario piensa que ¡Él!... te espera desde hace veinte siglos.

Ahí lo tienes: es Rey de Reyes y Señor de Señores. —Está escondido en el Pan.

Se humilló hasta esos extremos por amor a ti.

Aún resuena en el mundo aquel grito divino: «Fuego he venido a traer a la tierra, ¿y qué quiero sino que se encienda?» —Y ya ves: casi todo está apagado...

¿No te animas a propagar el incendio?