Lista de puntos

Hay 7 puntos en «Camino» cuya materia es Amor de Dios → amor de Dios a los hombres.

¿Adocenarte? ¿¡Tú... del montón!? ¡Si has nacido para caudillo! Entre nosotros no caben los tibios. Humíllate y Cristo te volverá a encender con fuegos de Amor.

A la hora de la tentación piensa en el Amor que en el cielo te aguarda: fomenta la virtud de la esperanza, que no es falta de generosidad.

Reacciona. —Oye lo que te dice el Espíritu Santo: «Si inimicus meus maledixisset mihi, sustinuissem utique» —si mi enemigo me ofende, no es extraño, y es más tolerable. Pero, tú... «tu vero homo unanimis, dux meus, et notus meus, qui simul mecum dulces capiebas cibos» —¡tú, mi amigo, mi apóstol, que te asientas a mi mesa y comes conmigo dulces manjares!

Es preciso convencerse de que Dios está junto a nosotros de continuo. —Vivimos como si el Señor estuviera allá lejos, donde brillan las estrellas, y no consideramos que también está siempre a nuestro lado.

Y está como un Padre amoroso —a cada uno de nosotros nos quiere más que todas las madres del mundo pueden querer a sus hijos—, ayudándonos, inspirándonos, bendiciendo... y perdonando.

¡Cuántas veces hemos hecho desarrugar el ceño de nuestros padres diciéndoles, después de una travesura: ¡ya no lo haré más! —Quizá aquel mismo día volvimos a caer de nuevo... Y nuestro padre, con fingida dureza en la voz, la cara seria, nos reprende..., a la par que se enternece su corazón, conocedor de nuestra flaqueza, pensando: pobre chico, ¡qué esfuerzos hace para portarse bien!

Preciso es que nos empapemos, que nos saturemos de que Padre y muy Padre nuestro es el Señor que está junto a nosotros y en los Cielos.

¿Saber que me quieres tanto, Dios mío, y... no me he vuelto loco?

Deja que se vierta tu corazón en efusiones de Amor y de agradecimiento al considerar cómo la gracia de Dios te saca libre cada día de los lazos que te tiende el enemigo.

No olvides, niño bobo, que el Amor te ha hecho omnipotente.

Referencias a la Sagrada Escritura