Lista de puntos

Hay 6 puntos en «Surco» cuya materia es Vocación → fidelidad a la vocación.

Me gusta ese lema: “cada caminante siga su camino”, el que Dios le ha marcado, con fidelidad, con amor, aunque cueste.

¿Que la carga es pesada? —¡No, y mil veces no! Esas obligaciones, que aceptaste libremente, son alas que te levantan sobre el cieno vil de las pasiones.

¿Acaso sienten los pájaros el peso de sus alas? Córtalas, ponlas en el platillo de una balanza: ¡pesan! ¿Puede, sin embargo, volar el ave si se las arrancan? Necesita esas alas así; y no advierte su pesantez porque la elevan sobre el nivel de las otras criaturas.

¡También tus “alas” pesan! Pero, si te faltaran, caerías en las más sucias ciénagas.

Has visto muy clara tu vocación —querer a Dios—, pero sólo con la cabeza. Me aseguras que has metido el corazón en el camino…, pero a veces te distraes, e incluso intentas volver la mirada atrás: señal de que no lo has metido del todo. —¡Afina!

Eres extraordinariamente feliz. A veces, cuando te das cuenta de que un hijo de Dios le abandona, sientes —en medio de tu paz y de tu gozo íntimos— un dolor de cariño, una amargura, que ni turba ni inquieta.

—Bien, pero… ¡a poner todos los medios humanos y sobrenaturales para que reaccione…, y a confiar con certidumbre en Jesucristo! Así, las aguas vuelven siempre a su cauce.

Para ti, todavía joven y que acabas de emprender el camino, este consejo: como Dios se lo merece todo, procura destacar profesionalmente, para que puedas después propagar tus ideas con mayor eficacia.

En el reverso de una vocación “perdida” o de una respuesta negativa a esas llamadas constantes de la gracia, se debe ver la voluntad permisiva de Dios. —Ciertamente: pero, si somos sinceros, bien nos consta que no constituye eximente ni atenuante, porque apreciamos, en el anverso, el personal incumplimiento de la Voluntad divina, que nos ha buscado para Sí, y no ha encontrado correspondencia.