Lista de puntos

Hay 7 puntos en «Forja» cuya materia es Apostolado → derecho y deber.

Muchos, con aire de autojustificación, se preguntan: yo, ¿por qué me voy a meter en la vida de los demás?

—¡Porque tienes obligación, como cristiano, de meterte en la vida de los otros, para servirles!

—¡Porque Cristo se ha metido en tu vida y en la mía!

¡Qué admirablemente se acomodan a los hijos de Dios estas palabras de San Ambrosio! Habla del borrico atado con el asna, que necesitaba Jesús, para su triunfo, y comenta: "sólo una orden del Señor podía desatarlo. Lo soltaron las manos de los Apóstoles. Para un hecho semejante, se requieren un modo de vivir y una gracia especial. Sé tú también apóstol, para poder librar a los que están cautivos".

—Déjame que te glose de nuevo este texto: ¡cuántas veces, por mandato de Jesús, habremos de soltar las ligaduras de las almas, porque El las necesitará para su triunfo! Que sean de apóstol nuestras manos, y nuestras acciones, y nuestra vida… Entonces Dios nos dará también gracia de apóstol, para romper los hierros de los encadenados.

Como todas las profesiones honestas pueden y deben ser santificadas, ningún hijo de Dios tiene derecho a decir: no puedo hacer apostolado.

Tienes obligación de llegarte a los que te rodean, de sacudirles de su modorra, de abrir horizontes diferentes y amplios a su existencia aburguesada y egoísta, de complicarles santamente la vida, de hacer que se olviden de sí mismos y que comprendan los problemas de los demás.

Si no, no eres buen hermano de tus hermanos los hombres, que están necesitados de ese «gaudium cum pace» —de esta alegría y esta paz, que quizá no conocen o han olvidado.

Yo tampoco pensaba que Dios me cogiera como lo hizo. Pero el Señor —déjame que te lo repita— no nos pide permiso para "complicarnos la vida". Se mete y… ¡ya está!

Los que tenemos la verdad de Cristo en el corazón hemos de meter esta verdad en el corazón, en la cabeza y en la vida de los demás. Lo contrario sería comodidad, táctica falsa.

Piénsalo de nuevo: a ti, ¿te pidió permiso Cristo para meterse en tu alma? —Te dejó la libertad de seguirle, pero te buscó El, porque quiso.

¡No te me asustes!: tú, por cristiano, tienes el derecho y el deber de provocar, en las almas, la crisis saludable de que vivan cara a Dios.

Referencias a la Sagrada Escritura
Referencias a la Sagrada Escritura