Prólogo

Agradezco al Señor la posibilidad de añadir estas líneas a la edición (…) de este nuevo libro, con textos de la predicación de san Josemaría. El origen de esta publicación es muy ilustrativo. Desde los comienzos de la Obra, el fundador dirigió la palabra a grupos de personas muy variadas, para transmitirles el espíritu que Dios le hizo ver el 2 de octubre de 1928. En su predicación, se servía de los modos habituales –homilías, meditaciones, pláticas, sermones, etc.–, aunque utilizó además otra manera específica y muy característica de su parte: conversaciones de carácter familiar o tertulias, en las que –al hilo de las preguntas de los participantes– surgían motivos muy variados: temas espirituales, recuerdos de la historia del Opus Dei, noticias del apostolado, comentarios sobre sucesos de actualidad, etc. Los asistentes asimilaban con agradecimiento esa doctrina y, a veces, tomaban nota de sus palabras, para repasarlas con profundidad en sus ratos de oración personal. En ocasiones, sobre todo en los últimos años, esos encuentros se registraron en cinta magnetofónica (…).

Entre los años 1967 y 1975, después de revisar con atención los apuntes recogidos en la presente edición, san Josemaría dispuso que vieran la luz en publicaciones periódicas dirigidas a los fieles del Opus Dei.

Cuando se inició su Causa de canonización, en 1986, entre los escritos de san Josemaría presentados a la Congregación para las Causas de los Santos –como prevé la ley eclesiástica en esos casos– figuraban también algunas conversaciones de su predicación oral, pronunciadas entre los años 1954 y 1975. El hecho de que el autor las haya revisado íntegramente, antes de ponerlas a disposición de los fieles de la Obra, garantiza el carácter fundacional de esta documentación.

Los tribunales constituidos en Roma y en Madrid, para tomar declaración a los testigos de la Causa, encargaron a cuatro teólogos censores el estudio y valoración de las publicaciones de san Josemaría. Sus informes o votos ocupan una parte considerable del volumen introductorio de la Positio, presentada en la Congregación para las Causas de los Santos. De las conclusiones a las que llegaron los expertos, me place recoger las siguientes citas: «Injertado en el tronco vivificante de la Sagrada Escritura, presenta el mensaje sobre el valor santificante del trabajo que pone a nuestro Autor a la altura de las grandes figuras de la Tradición. Estos escritos constituyen una riquísima herencia para la Iglesia Santa». «Escrivá posee la fuerza de los clásicos: el temple de un Padre de la Iglesia», añade otro. Y uno más: «Documentan las cumbres de vida mística que alcanzó desde que era jovencísimo».

Mi predecesor como prelado del Opus Dei, Mons. Álvaro del Portillo, dispuso que estos textos de la predicación oral –hasta entonces dispersos– se reunieran en un solo volumen. En 1995 fue posible poner el libro en manos de los lectores. El título, “En diálogo con el Señor”, manifiesta bien el contenido y finalidad de esta catequesis: ayudar a hacer oración personal, a hablar con Jesucristo cara a cara, como repitió siempre san Josemaría.

En el prólogo que redacté para aquella edición, afirmé que las exposiciones conservan la espontaneidad del lenguaje hablado, directo, profundamente evangélico, tan característico del fundador del Opus Dei: algo que muchos estudiosos –críticos literarios, teólogos, pastores de la Iglesia– han comentado pública y elogiosamente.

Las palabras del fundador del Opus Dei son cálidas, atractivas, con un lenguaje cuidado, selecto, pero natural y sin preciosismos. A semejanza de lo que afirma la Sagrada Escritura del profeta Elías, eran ardientes como una antorcha (Sir 48, 1). Así escribí veintidós años atrás, en el prólogo ya mencionado. En efecto, las palabras de san Josemaría iluminaban nuestras inteligencias y encendían nuestros corazones; nos llenaban de fortaleza y de profundo gozo en el empeño por la gloria de Dios y la salvación de las almas.

Con la aparición de este libro (…) será posible que muchas otras personas –además de los fieles del Opus Dei– descubran una ayuda para tratar a Dios con confianza y afecto filial, siguiendo la falsilla que ofrecen las frases de san Josemaría. Mi aspiración más profunda es que, quienes lean y mediten estos textos, se adentren día a día por las sendas de la vida interior, de la identificación con Jesucristo.

Así lo pido a Dios acudiendo a la intercesión de la Virgen y de su esposo san José. Deseo que la consideración de las conversaciones del fundador del Opus Dei cale en nuestras almas y nos ayude a caminar siempre adelante por las vías de la santificación en el trabajo profesional y en la existencia ordinaria, como incansablemente predicó san Josemaría, desde el 2 de octubre de 1928 (…).

Roma, 6 de octubre de 2016.

Javier Echevarría
Prelado del Opus Dei (†)

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