49

Suelen ser también útiles las excursiones, para estrechar la amistad con los chicos y conocerlos mejor. Les hace bien salir de vez en cuando de su ambiente habitual de estudio o de trabajo. El motivo puede ser una visita a un lugar de interés histórico o cultural, o un simple paseo por el campo, siempre que sea una cosa razonable, proporcionada –no se trata de poner a prueba su resistencia física–, y de acuerdo con su propensión.

Con pillería santa, es fácil encontrar –en esas ocasiones– momentos para una confidencia más íntima con los chicos, para hacer una breve práctica religiosa, y abrir a sus ojos insospechados horizontes de santidad y de apostolado.

Aprovechando unos días de vacaciones, se podrán organizar también campamentos, que tengan el tono de nuestras casas. Allí podréis enseñarles de modo práctico tantos pequeños detalles de preocupación por los demás, les ayudaréis a cultivar las virtudes humanas, y con toda naturalidad vivirán con vosotros algunas de nuestras Normas de piedad.

Donde es costumbre que los estudiantes trabajen durante los meses en los que se cierra la universidad, se podrá pensar también en que algunas personas o empresas organicen trabajos para el tiempo de vacaciones, con el fin de ofrecer a los chicos ocupación remunerada, y tener así la oportunidad de seguir formándolos.

Este punto en otro idioma