75

Convencidos como estamos de la naturaleza sobrenatural de la Obra de Dios, hemos de lograr que la forma jurídica responda plenamente al espíritu que estamos viviendo. No podemos vestir un traje ajeno, hemos de vestir un traje hecho a la medida, sin que esta necesidad suponga, de ningún modo, deseo de singularizarse: es esto condición indispensable, para asegurar nuestra vida interior, y para nuestra misma perseverancia, y para la auténtica eficacia espiritual de la Obra en el servicio de la Iglesia.

Solo así podremos corresponder generosamente y fielmente a la vocación específica que hemos recibido; solo de este modo nos será hacedero cumplir la tarea que nos ha sido encomendada, con medios ascéticos y a través de formas apostólicas que responden plenamente a los fines propios de nuestra vocación. Digo, por tanto, a cada uno de vosotros: caminante, no hay camino; se hace camino al andar108.

De esta manera se evitará también que, por temor, por pensar que venimos a competir con otras instituciones apostólicas que trabajan en la Iglesia, temor del todo infundado, haya –lo estamos padeciendo– quienes se sientan movidos a poner obstáculos a nuestra labor, oponiéndose a nuestra libertad de hijos de Dios y comprometiendo la admirable unidad y variedad del apostolado de la Iglesia, riqueza multiforme del Espíritu del Señor.

Notas
108

Antonio Machado, Campos de Castilla, “Proverbios y cantares” XXIX.

Este punto en otro idioma