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Acordaos de aquella pregunta de San Pedro al Señor, después de que Jesús explicó la parábola del padre de familia que vigila sobre su casa. Preguntó San Pedro: Señor, ¿dices por nosotros esa parábola, o por todos igualmente? El Señor le respondió: ¿quién piensas que es aquel administrador fiel y prudente, a quien su amo constituye en mayordomo de su familia, para distribuir a cada uno a su tiempo la medida del trigo o el alimento oportuno?56

Luego todos los que formamos la Obra estamos obligados a administrar a cuantos nos rodean el alimento de la palabra de Dios, de la doctrina de Dios. Y entonces también a nosotros irá derecho lo que el Maestro dijo, como una promesa de premio: dichoso el tal siervo, si su amo a la vuelta le halla ejecutando así su deber57*. Esta administración de la doctrina, con el ejemplo, con la palabra, por escrito, a través de la amistad, etc., esta enseñanza la hemos de hacer con discreción, para que no se alejen de Jesús los que tardan en comprender.

Tened presente lo que de Él cuenta San Mateo: et sine parabolis non loquebatur eis58, se acomodaba a la mentalidad del medio ambiente. He dicho que nos hemos de acomodar al medio ambiente, pero no adaptarnos al ambiente, al ambiente mundano: hay peligro de adaptarse, por cobardía, por comodidad o −da tristeza− por satisfacer las malas pasiones. Y entonces nos unimos al grupo de los desalentados. ¡No! No es éste el camino; que no se diga de nosotros: esos tales son del mundo, y por eso hablan el lenguaje del mundo59, sino lo que Jesús dijo a su Padre: así como tú me has enviado al mundo, así yo los he enviado también a ellos al mundo60.

Notas
56

Lc 12,41-42.

57

* Lc 12,43 (N. del E.).

58

Mt 13,34.

59

1 Jn 4,5.

60

Jn 17,18.

Referencias a la Sagrada Escritura
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