15

Para no perder esta unidad de vida, pongamos al Señor como fin de todos nuestros trabajos, que hemos de hacer non quasi hominibus placentes, sed Deo qui probat corda nostra27; no para agradar a los hombres, sino a Dios que sondea nuestros corazones. Además hemos de buscar la presencia de Dios: quaerite Dominum et confirmamini, quaerite faciem eius semper28; buscad al Señor y haceos fuertes, buscad siempre su rostro.

Levantad el corazón a Dios, cuando llegue el momento duro de la jornada, cuando quiera meterse en nuestra alma la tristeza, cuando sintamos el peso de este laborar de la vida, diciendo miserere mei Domine, quoniam ad te clamavi tota die: laetifica animam servi tui, quoniam ad te Domine animam meam levavi29; Señor, ten misericordia de mí, porque te he invocado todo el día: alegra a tu siervo, porque a ti, Señor, he levantado mi alma.

Notas
27

1 Ts 2,4.

28

Sal 105[104],4.

29

Sal 86[85],3-4.

Referencias a la Sagrada Escritura
Este punto en otro idioma