67

Comprensión, pues, aunque a veces haya quienes no quieran comprender: el amor a todas las almas os ha de llevar a querer a todos los hombres, a disculpar, a perdonar. Debe ser un amor que cubra todas las deficiencias de las miserias humanas; debe ser una caridad maravillosa: veritatem facientes in caritate83, siguiendo la verdad del Evangelio con caridad.

Tened en cuenta que la caridad, más que en dar, está en comprender. No os escondo que yo estoy aprendiendo, en mi propia carne, lo que cuesta el que a uno no le comprendan. Me he esforzado siempre en hacerme comprender, pero hay quienes están empeñados en no entenderme. También por esto, quiero comprender a todos; y vosotros siempre debéis esforzaros en comprender a los demás.

Sin embargo, no es un impulso circunstancial el que nos lleva a tener ese corazón amplio, universal, católico. Este modo de comportarse es de la misma esencia de la Obra, porque el Señor nos quiere por todos los caminos de la tierra, echando la semilla de la comprensión, de la disculpa, del perdón, de la caridad, de la paz. No nos sentiremos jamás enemigos de nadie. La Obra nunca podrá hacer discriminaciones, nunca querrá excluir a nadie de su apostolado: si no, haría traición a su propio fin, a la razón por la cual Dios la ha querido en la tierra.

Notas
83

Cfr. Ef 4,15.

Referencias a la Sagrada Escritura
Este punto en otro idioma